Dentro de este mito podemos conocer la historia triunfante de un indio Maya que hizo un trato con el demonio que para ellos llevaba el nombre de Kizin, lo invocó en modo de llamado para poder entregarle su alma a cambio de siete deseos que le urgían,lo que sucedía aquí y la razón entonces porque la que Kizin aceptó es que se trataba de una persona totalmente pura que no había cometido pecado, entonces le interesó la idea.
El trato se cerró entre ambos con la condición de que tendría un deseo por día, en el séptimo, luego de haber terminado de cumplir el último, se podría llevar el alma del indio Maya, entonces así comenzó la cuestión y los deseos comenzaron a brotar, el primer día pidió nada menos que oro, el segundo día su deseo fue salud perfecta, el tercer día fue comer hasta no poder más, el cuarto día quiso muchas mujeres, el quinto día pidió poder viajar para conocer todo el mundo y el sexto día pidió mucho poder, cuando llegó el turno de sentenciar su último deseo es que el indio había pensado una pequeña trampa y le dijo al Diablo que ahora quería que le cumpla un capricho que tenía hace rato, entonces le dio unos frijoles y le pidió que los lave hasta que los haya teñido a blanco, cuando Kizin se dio cuenta de que había sido engañado se enfureció tanto que creó las variedades de frijoles blancos, negros, amarillos y rojos.