El Mito de Zamna y el henequén. Cuenta un viejo mito Maya la historia de la fundación de la ciudad
de Izamal, dicen que en tiempos remotos arribaron a estas tierras un grupo de peregrinos que incursionaban en tierras extrañas con una misión, los mismos se llamaban Itzáes y estaban guiados por un sabio, bondadoso y valiente sacerdote llamado Zamná. El sacerdote había recibido órdenes de la reina del perdido continente atlante departir en nueve canoas , llevando consigo los registros escritos de su civilización, así como también un grupo de personas escogidas para fundar una nueva ciudad, puesto que había tenido una visión que le anticipaba el fin de su civilización en un cataclismo inminente. De este modo las órdenes que recibió el sacerdote fueron seguir hasta encontrar una tierra sin ríos ni montañas, luego continuar hasta encontrar agua y allí fundar la ciudad. Así lo hizo Zamna, encontró la tierra pero no el agua, en ese momento comenzó a llover, el sacerdote se pincho con un henequén y vio que esta planta podría serle útil, luego encontró el sitio a donde iba el agua y se dio cuenta que allí debía fundar su ciudad, así nació la mágica ciudad de Izamal.