El mito de las rosas nos cuenta que la diosa Afrodita luego de nacer de la espuma del mar, quiso ver
hasta donde llegaban sus poderes y se propuso crear algo verdaderamente hermoso, algo que pudiera rivalizar incluso con ella misma, así del fruto de su seno nació una flor, más precisamente una rosa blanca sin color, símbolo que ella adoptó y desde ese momento siempre la llevo como adorno. Un día Dionisio pasó a su lado y volcó sin querer unas gotas de vino sobre la rosa, ésta se tiño con la bebida y obtuvo así su tono característico.