Prometeo es considerado como el benefactor principal de la humanidad en la mitología griega,
puesto que él fue quien robo el fuego de los dioses para dárselo a los humanos. Se considera que el fuego es la ciencia y el conocimiento, ya que gracias al los hombres pueden cocinar su alimento, calentarse y crear armas, entre otras cosas. Zeus castigo al titán Prometeo con una pena eterna, ordeno a Hefesto a que lo encadenara en el Cáucaso para que todos los días un águila lo visitara y se comiera su hígado, como Prometeo era inmortal el hígado volvía a crecerle todos los días para repetir la pena. Un día Heracles lo vio de camino al jardín de las hespérides, se apiado de él y lo liberó.