Los mitos casi siempre vienen acompañadas de condenas fantasmales, de almas que vagan
El mito de los Jikininki o fantasmas comedores de hombres según su nombre oriental. También identificados como necrófagos, estos espíritus están inmersos en la búsqueda de cadáveres humanos para alimentarse por la eternidad, como castigo a una vida de excesos, vicios y nada de fe.
Profanar tumbas y registrar los cuerpos que yacen muertos en todo el mundo forman parte de las costumbres de estos seres, que acostumbran a cometer sus ataques en horas de atardecer, donde incluso, como muestra a no haber aprendido la lección, incluso sobornan a las autoridades que le descubren, con el fin de alimentarse y que no le quiten la oportunidad de seguir en su pena.
Si bien su personificación no es total, su apariencia es muy similar a lo que conocemos como zombies o muertos caminantes, por lo que sin duda, son asquerosos, putrefactos y aterradores ante las personas que se los topen, sin posibilidad alguna de escapar o librarse de una posible maldición.
Estos seres traspasan la imaginación y llegan incluso a puntos en los que se han llevado monjes o personas relacionadas a buenos actos, así como también algunos casos en los que no son materia, sino más bien una especie de fantasma que vaga por la eternidad y está al acecho de cualquier oportunidad.[kkstarratings]